Maximilien François Marie Isidore de Robespierre (1758-1794) fue un abogado francés que se convirtió en uno de los principales líderes de la Revolución francesa (1789-1799). Desde su ascenso inicial al estrellato en el Club Jacobino, Robespierre pasó a dominar el poderoso Comité de Seguridad Pública y a supervisar el Reinado del Terror. Fue derrocado y guillotinado el 28 de julio de 1794.
A partir de mayo de 1789, la carrera política de Robespierre fue breve pero impactante. Defendió la voluntad del pueblo con tal grado de convicción que llegó a ser conocido como el «Incorruptible»; un contemporáneo dijo en una ocasión que Robespierre era de los que pagaban a un hombre para que le ofreciera un soborno y así poder hacer el ademán de rechazarlo. Su estricta adhesión a sus principios se debía a un mandato del pueblo. Robespierre se consideraba el portavoz del pueblo, lo que significaba que quienes se oponían a él se oponían necesariamente al pueblo. Tal sería su ascenso y su caída.
Para bien o para mal, algunos lo han considerado la personificación de la Revolución francesa, una noción en la que creía el propio Robespierre y que menciona el historiador Patrice Gueniffey, quien escribe: «ninguno [de los otros revolucionarios] se casó con su época como lo hizo Robespierre, ninguno se fusionó con ella hasta el punto de que su muerte se convirtió en la conclusión de innumerables historias de la Revolución» (Furet, 298).
Robespierre, jurista de profesión, inició su carrera como juez penal de la diócesis de Arras, además de ejercer como defensor legal, especialmente de los sectores más desposeídos, lo cual, junto con su entonces fuerte oposición a la pena de muerte y la notoriedad que acumuló como escritor, lo convirtieron en uno de los más notorios abogados de Arras. Su fama pronto lo llevó a la política, resultando electo diputado por el Tercer Estado en los Estados Generales en 1789, encarrilándose desde entonces hacia un rápido ascenso político, hasta alcanzar la presidencia de la Convención Nacional y transformarse en uno de los más poderosos líderes de la Revolución. Como diputado del Tercer Estado, se convirtió en una de las principales figuras de los «demócratas» en la Asamblea Constituyente, defendiendo la abolición de la pena de muerte y de la esclavitud, el derecho de voto para las personas de color y los judíos, así como el sufragio universal y la igualdad de derechos frente al sufragio censitario. Su intransigencia pronto le valió el apodo de «el Incorruptible». Miembro del Club Jacobino desde el principio, se convirtió poco a poco en una de sus principales figuras.
(tomado de: Maximilien Robespierre – Enciclopedia de la Historia del Mundo (worldhistory.org) y Resultados de Búsqueda por Autor (unlp.edu.ar)